Vivimos en una sociedad que valora fundamentalmente en el presente el hacer y dejar para el futuro el ser, provocandonos una continua búsqueda de objetivos, de expectativas que a la larga nos provocan ansiedad.
Deepak Chopra, autor del que considero uno de los libros más importantes que haya leído, «Las siete leyes espirituales del éxito», explica que una de las Leyes de la intención y el deseo es el «desapego al resultado. Esto significa renunciar a tu atadura rígida a un resultado específico y vivir en la sabiduría de la incertidumbre».
Si nos fijamos desde pequeños hemos sido educados en «hacer lo que tenemos que hacer» » aprovechando el tiempo», «siendo eficaces, resolviendo problemas»… eso hace que cada momento tengamos que planificar nuestro dia a dia, nuestra vida resolviendo problemas, luchando para conseguir objetivos…¿para que? para ser reconocidos por los demás, ser el primero, ser alguien…
Tal vez alguien se pregunta ¿eso es malo?
Realmente no, pero si creemos o nos hacen creer en unas expectativas, en un objetivo a conseguir y por alguna razón no se cumple o realmente no es lo que queremos, haciéndolo para agradar o porque es lo que hay que hacer, entramos en una lucha interna que se transforma en una lucha externa culpando a los otros de lo que nos pasa, creandonos ansiedad. Si esta ansiedad se convierte en crónica el cuerpo o las circunstancia a veces nos paran de la modalidad automática del hacer, con una enfermedad, un accidente, paro laboral…
Por tanto sería liberarnos, soltar esas expectativas impuestas por los padres, la sociedad, uno mismo…que hace que nuestra búsqueda hacia el reconocimiento externo nos haga estar siempre en el hacer dejando de prestar atención al Ser, a nosotros mismos, a lo que sentimos realmente, a lo que queremos, a lo que nos hace sentir bien con nosotros mismos.
.Una de nuestras grandes olvidadas herramientas para tranquilizarnos y parar la ansiedad es la respiración, es la que nos conecta en cualquier momento con el presente, el aquí y el ahora, hace que tengamos la capacidad de escucharnos, sentirnos saber lo que realmente queremos, con el solo parar y centrarnos con la atención de la respiración.Si nos pusieramos a pensar, llegaríamos a la conclusión, de que la respiración solo se hace en el momento que respiramos y respiramos en el presente
Al enfocarnos profundamente en la respiración sin atender posibles distracciones nos permite entrar en un estado de calma y tranquilidad. Sin expectativas, sin ataduras abiertos y en coherencia con el ser. Aqui esta la musa de la creatividad, el estado del fluir, disfrutando haciendo o no haciendo nada, solo Ser y vivir la experiencia de la vida.