Te entiendo perfectamente, yo pase por este lugar hace mucho tiempo, incluso a veces, parece aparecer un reflejo de esa situación vivida, que  hay que revisar por si quedo alguna raiz no trabajada, ya que hay miles de registros en  nuestra mente de vivencias guardadas.

Si preguntaramos a más personas y realmente fueran sinceras con ellas mismas, la respuesta seria, que en algún momento de su vida se han sentido así, o se siguen sintiendo. Pero la realidad es que muchas e autoengañan, para no sentir el dolor del vacío. Algunas personas lo hacen a través, de pequeñas o grandes adicciones.

Cuando digo adicciones no somos conscientes que somos adictos a miles de cosas en nuestro día a día, como por ejemplo: al televisor, redes sociales, chismes, quejas, victimismo… Por su supuesto que n0 hay que dejar las grandes adicciones comida basura, azucar, tabaquismo,  drogas, alcholismo y muchas más.

Ya ves, vivimos rodeados de adicciones que llenan el vacio sin llenarlo y  que realmente no entendemos. Engañamos a la mente y al cuerpo volviendolo adicto, sin ser conscientes y con el tiempo, este cuerpo será el responsable de pedirle al cerebro más y más ,volviendose un hábito recurrente y adictivo.

Todo por no  ser sinceros con nosotros mismos y responsables de nuestras acciones. Pararnos,  permitirnos observarnos y sentir ese dolor que nos llevará a  lo profundo, la causa real del vacío existencial.

Este vacío no es más que una forma de decirnos que tenemos heridas en el alma, que si no las sanamos se volveran heridas en el cuerpo, produciendo  enfermedad.

El alma esta enferma y necesita que la cuidemos, la alimentemos, la mimemos. ¿Cómo? pues muy fácil, con pensamientos positivos, alimentación saludable, ejercicio, música, alegria… todo lo que que te lleve a tu Entendimiento, Consciencia y Amor hacia ti mismo, y ser quien realmente eres. Enetendiedo las causas o Karma de lo sucedido y desde el Amor crear un efecto diferente o Darma.

Las heridas emocionales del Alma, a veces, se crean en la infancia y perduran en nuestra edad adulta si no son trabajadas, y sanadas. Serán la realidad y nuestra calidad de vida cuando seamos adultos.

Son como lesiones psíquicas, como fragmentos sueltos y mal curados que nos impiden llevar una existencia plena e incluso afrontar los pequeños problemas del día a día con mayor soltura y resistencia.

Los signos de esas heridas psicológicas suelen evidenciarse de infinitos modos. Ansiedad, pensamientos obsesivos, mayor vulnerabilidad hacia determinados trastornos, problemas del sueño, actitud defensiva…

Te diré que no es fácil lidiar con un pasado traumático, sin embargo, aún lo es más, cuando esas marcas se originan en una edad temprana. Como es la primera etapa de la vida de un niño, donde carece aún de estrategias personales para manejar y entender ciertas situaciones.

Ahora de adulto, dispones de estrategias para cambiar tu vida, ya que si no la haces sin querer,  tus hijos pueden heredar tus mismas heridas,  “Ley de la resonancia”.

Recuerda que tu cuerpo físico es un reflejo directo del estado de tu ser interior, que a la vez, es un reflejo de tu Alma.

Sanar desde lo energetico sin enetendimiento no funciona, sanar lo fisico sin el interior de uno mismo no funciona, solo son parches que ayudan durante un tiempo, pero luego vuelven y vuelven hasta que son transformados por uno mismo.

Como terapeuta y persona que a transitado y transita la vida te puedo dar pautas,que a mi me han servido, pero el trabajo real es tuyo, por eso te aocnsejo que escuches tu cuerpo y, con ello entres a escuchar tu niño interior, profundizando hasta conectar con tu Alma, ella te indicara el camino adecuado.